La desaceleración global provocará que Arabia Saudí busque reducir la producción petrolífera tras los niveles máximos de demanda local alcanzados a mediados de año, relajando el sector petrolífero y haciendo que rebajemos nuestra perspectiva de crecimiento para 2013 del 4,0% al 3,5%. Con todo, si no tiene lugar un evento desordenado en la Eurozona, el estímulo público continuará fomentando la demanda interior, tanto directamente como a través de los bancos, aunque la contribución quedará por debajo de las generosas cifras 2011 a causa de la crisis. Las condiciones monetarias continúan siendo muy estimulantes, ya que la paridad con el USD importa la liquidez global. El gobierno confiará en el control de los precios para frenar la inflación (que debería permanecer anclada justo por encima del 5% en 2012-13) e incrementará el gasto en vivienda para reducir los alquileres.
Por Rachel Ziemba y Rini Sen.