Esperamos que Grecia se declare en suspensión de pagos ordenada y salga de la Eurozona a comienzos de 2013, dando paso a un año de desplome de la demanda interior y de escalada de la inflación con la entrada en vigor de la nueva moneda nacional. Las exportaciones netas representarán un estímulo para los resultados económicos, especialmente después de que Grecia abandone el euro y se beneficie de una devaluación nominal. A la vista de nuestra nueva hipótesis de base, a día de hoy creemos que la economía griega se contraerá un 7,9% en 2012 (en lugar de un 8,5%) y un 8,4% en 2013 (en lugar de un 2,4%). Independientemente de cuál sea su resultado, el nuevo gobierno que salga de las elecciones del próximo 17 de junio será sumamente inestable, y esperamos que se celebren nuevas elecciones para finales de 2012.
Por Megan Greene.