El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) no varió su posición en política monetaria durante su reunión del 22 y 23 de mayo, decepcionando a los mercados. El Banco subrayó su compromiso con la fuerte distensión monetaria con el objetivo de poner fin a la deflación, mientras que el Gobierno realizó finamente una crítica velada al hecho de que el BoJ debe hacer más para alcanzar ese objetivo. Una vez más debemos destacar que el BoJ se está resistiendo claramente a la tentación (y a la presión de los políticos y los mercados) con el fin de utilizar el USD/JPY para medir el éxito o el fracaso de la política monetaria, evitando cuidadosamente incluir en sus declaraciones que esto responde a movimientos del yen. Estamos muy seguros de que el BoJ continuará teniendo en cuenta las decisiones de la Fed (a tener en cuenta las declaraciones poco conciliadoras del 25 de abril) y nuestra llamada a una nueva ampliación en el segundo semestre parece ir en esa línea, aunque no están claros aún los detalles de dicha ampliación.