El desplome de dos gobiernos europeos en una semana subraya el coste político de la austeridad y LA consolidación fiscal, aunque ambos países podrían implementar los presupuestos sugeridos (el voto holandés también ha tenido que ver con el mantenimiento de la soberanía nacional). Los votos de protesta (en el parlamento, en las urnas y en la calle) traducen el rechazo a una mayor integración y al compacto fiscal, clave para la respuesta política de la Eurozona. Aunque casi todos los gobiernos se van a aferrar a la austeridad y la reforma estructural en curso, las crecientes divisiones entre países y dentro de ellos podrían perjudicar ese enfoque y exigir una respuesta más importante.
Equipo de analistas de Europa de RGE.