El 11,1% de la inflación en abril, superior al consenso, confirma que la política monetaria inconvencional de Turquía, pese a los recortes adicionales, sigue siendo inadecuada para provocar presiones en los precios y evitar el deterioro de las expectativas de inflación. Las medidas también han fracasado a la hora de devolver la credibilidad política y, junto con las medidas fiscales, retomar las riendas del creciente déficit de cuenta corriente. Suponiendo que el crecimiento del crédito siga desacelerando, creemos que la inflación permanecerá por encima del 10% durante la mayor parte de 2012 (a excepción de mayo) y regresará a datos de una cifra en el cuatro trimestre de 2012, moderándose más en 2013. El banco central ha mantenido su previsión de inflación a final de año en el 6,5% y es posible que pase por alto la inflación creciente, convencido de que su nueva política de tipo de interés variable logrará contener las condiciones monetarias.