Los precios del gas natural en EEUU continuaron bajando, descendiendo por debajo de los 2 dólares estadounidenses por MMBtu el 11 abril, su nivel más bajo en una década, con las existencias alcanzando máximos históricos a causa de las suaves temperaturas en invierno y del constante exceso de oferta debido a la perforación de esquistos. En respuesta a la bajada de los precios, los perforadores están parando las plataformas de gas "seco" y moviéndose a las más económicas explotaciones de gas licuado siempre que es posible, lo que empezará a provocar el mantenimiento de los precios en el cuarto trimestre, impulsados por el inicio del invierno, aunque las propias explotaciones de gas licuado son parte del problema del exceso de oferta. La respuesta de la demanda tardará más tiempo en hacerse efectiva, y estará motivada por la sustitución de las centrales térmicas de carbón por centrales térmicas de gas, con el apoyo de las normativas sobre emisiones de la Agencia de Protección Medioambiental.