El Banco de Japón (BoJ) mantuvo invariable su política monetaria el pasado 10 de abril, en línea con nuestras expectativas de que no habrá nuevas ampliaciones del programa de compra de activos hasta el segundo semestre, a pesar de la presión de los legisladores japoneses para que impulsara nuevas compras de activos con el fin de debilitar el yen y combatir la deflación. No obstante, los efectos de la gran ampliación del programa de compra de activos del mes de febrero ya están mostrando signos de desgaste, con un retroceso de la cotización dólar/yen desde cerca de 84 a finales de marzo hasta menos de 81 a mediados de abril. Creemos que el Banco de Japón preferiría aplazar todo lo posible el inicio de otra ampliación, tanto para evaluar la eficacia de su movimiento de febrero a más largo plazo como para proteger la fuerza del programa utilizándolo de forma prudente.