Después de que el FMI revisase por tercera vez el progreso de Portugal en sus objetivos fiscales, tanto la UE como el FMI autorizaron la financiación para el segundo trimestre de 2012, aunque el comisario de la UE Olli Rehn admitió que Portugal podría necesitar algún tipo de puente para regresar a los mercados (el ministro de finanzas portugués Vitor Gaspar ha desmentido la existencia de planes para la búsqueda de nuevos fondos de rescate). Tras alcanzar un déficit fiscal estimado del 4% del PIB (superando de este modo el objetivo de déficit fiscal del 5,9% en 2011 gracias a medidas excepcionales), cada vez existen más dudas acerca de la capacidad de Portugal para alcanzar el objetivo de déficit del 4,5% para 2012 y recuperar el acceso a los mercados. El informe del FMI elogió el progreso en la reforma del mercado laboral, aunque apuntó la necesidad de nuevas reformas en torno a la liberalización del mercado de productos (por ejemplo, en el sector eléctrico).