En febrero, la balanza comercial australiana registró un déficit de 480 millones de dólares australianos (493 millones de dólares estadounidenses), desafiando la previsión del consenso de un superávit de 1.100 millones de dólares australianos, debido en parte a factores excepcionales como las inundaciones en Queensland y el lento regreso a la actividad de las fábricas chinas tras el año nuevo lunar. Con todo, no hubiera sido posible que el sector de las materias primas australiano mantuviese el ritmo de crecimiento de las exportaciones de
2011 con China registrando una tasa de crecimiento desestacionalizada estimada del 5,4% intertrimestral en el primer trimestre. Las exportaciones aumentarán al comienzo del segundo trimestre, suponiendo que los responsables políticos chinos flexibilicen las restricciones regulatorias en el sector inmobiliario y el Banco Popular de China rebaje los tipos de interés.