La tasa de crecimiento anual del agregado monetario amplio M3 aumentó del 2,5% interanual en enero al 2,8% en febrero, y el crecimiento de M1 aumentó del 2,1% en enero al 2,5 % en febrero, volviendo a poner de manifiesto el impulso positivo creado a raíz de la intervención del BCE en diciembre. Al mismo tiempo, el crecimiento del crédito al sector privado continuó desacelerándose, pasando del 1,1% en enero al 0,7%. El BCE se encuentra con que estos patrones de masa monetaria y crédito divergentes coinciden en líneas generales con los patrones históricos de recesiones con una crisis sistémica del sector bancario en las que el crecimiento de M1 normalmente se anticipa a la recuperación del ciclo de actividad, el crecimiento de la masa monetaria amplia se mueve en consonancia con el ciclo económico, y el crecimiento del crédito generalmente va a la zaga.