Los primeros índices manufactureros generales regionales mejoraron en marzo, aunque los principales detalles mostraron cierta debilidad: la encuesta de la Fed de Dallas apuntó un descenso en el índice de nuevos pedidos, llegando hasta territorio contraccionista. El índice de la Fed Richmond mostró la existencia de una ralentización, con desaceleraciones en todos los indicadores incluidos los nuevos pedidos, y la mayoría de los índices presentaron a su vez una desaceleración de los envíos y una ligera reducción del optimismo de futuro. El crecimiento del empleo en el sector manufacturero continuó mejorando en algunas regiones, aunque se ralentizó en otras: es probable que el empleo sea un indicador retardado, y que esté reflejando la recuperación de la actividad en el cuarto trimestre. La desaceleración de los nuevos pedidos no es un buen augurio para el índice ISM de marzo.
