La remuneración de los desequilibrios TARGET2 con tipos de interés diferenciados, tal como supuestamente ha sugerido el presidente del partido FDP alemán, no contempla el hecho de que estos desequilibrios son principalmente un reflejo de los desequilibrios macroeconómicos sufridos antes de la crisis. Asimismo, poner restricciones a los flujos de capital después del estallido de la burbuja afectaría al funcionamiento de la unión monetaria y limitaría la respuesta del BCE como prestamista de última instancia en nombre del sistema financiero, con el riesgo de provocar una parada súbita. Las alternativas existentes son alinear el tipo de intervención con el tipo de depósito en todos los países, o no hacer nada y dejar que los bancos redepositen los excedentes de efectivo en la facilidad de depósito al 0,25%, tal como se ha venido haciendo hasta ahora, garantizando al mismo tiempo que la responsabilidad recaiga sobre los legisladores nacionales a través de un endurecimiento de la normativa crediticia a nivel nacional en los países que se enfrentan a una avalancha de entradas de liquidez.
Por Elisa Parisi-Capone