A medida que desaparecen los riesgos para la economía global y se estabiliza la actividad, también mejora la perspectiva para Latinoamérica. A lo largo de 2012, la inflación se mantendrá a niveles demasiado elevados en varios países: aunque la tasa general seguirá viéndose afectada por fuerzas transitorias, la tendencia alcista de la inflación subyacente podría resultar preocupante. Los flujos de capital han regresado a la región gracias a la disminución de los riesgos a la baja a corto plazo, dando paso a una nueva oleada de intervenciones.
Por Juan Lorenzo Maldonado