Aparentemente se han reducido las probabilidades de que tenga lugar una tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE3) en junio, lo cual se ha visto acompañado por una mejora de los datos de empleo y un descenso del riesgo colateral de recesión. No obstante, creemos que mantener constante el balance supondría una flexibilización implícita. Asimismo, los riesgos derivados de una subida de los precios de la gasolina afectarían a una tendencia de crecimiento que ya es débil de por sí. La desaceleración interanual en la inflación subyacente, según el informe del IPC de febrero, debería servir para aplacar parte de las preocupaciones, pero una situación de subida de los precios de la gasolina haría aumentar la preocupación acerca de la inflación. Dentro de este contexto, creemos que un paquete con una QE3 esterilizada tendría mayores posibilidades de ser aprobado por el Comité de Mercado Abierto.
Por Prajakta Bhide y Pushpak Sarkar.