Los primeros índices manufactureros regionales (Philly Fed y Empire State) mejoraron en marzo, aunque los detalles revelan un cierto grado de debilidad. Ambos muestran una desaceleración del crecimiento de los nuevos pedidos en marzo, así como una desaceleración de los envíos y un ligero descenso del optimismo de cara al futuro. En línea con la reciente divergencia de los datos estadounidenses, el empleo dentro del sector manufacturero regional mejoró en marzo. No obstante, la preocupación sigue siendo que el empleo es un indicador de actividad retardado. Estas lecturas no son un buen augurio para el índice ISM de marzo: en febrero, la encuesta ISM se ajustó en gran medida a las encuestas Philly Fed y Empire State, lo que indica la existencia de riesgos a la baja.
