El impulso mayor de lo previsto y ampliado a 2012, junto con las previsiones revisadas al alza para EEUU y la Eurozona nos obligan a elevar nuestro pronóstico del PIB chino del 7,4% al 7,8%. La corrección del mercado inmobiliario ha empezado a pesar en la producción industrial y el crecimiento, como esperábamos, y seguimos anticipando que los políticos empiecen a relajar las restricciones al mercado inmobiliario en el segundo trimestre, empezando por los requisitos de pago inicial a los compradores de una primera vivienda. La política fiscal sólo facilitará un estímulo mínimo en 2012, mientras que dos recortes del tipo de interés y los esfuerzos macroprudentes deberían detener la caída de las inversiones inmobiliarias.
Por Adam Wolfe.