Tomando como base los balances, las tensiones globales han pasado factura a los balances africanos desde el año 2007. Los países exportadores de petróleo han presentado superávits gemelos, aunque son vulnerables a las incertidumbres relacionadas con la demanda global de petróleo y su composición del gasto, mientras que los países importadores de petróleo han registrado déficits gemelos, necesitando una política monetaria restrictiva. Durante los próximos años esperamos un fuerte crecimiento en el África Subsahariana, aunque el aumento de los macro-desequilibrios y en particular la persistente falta de inversión limitarán el potencial de crecimiento. Las condiciones financieras excesivamente restringidas y la elevada inflación, especialmente en África Oriental, limitarán el crecimiento del crédito interior en estos mercados fronterizos.
Por Maya Senussi y Rachel Ziemba.