Nuestras previsiones de una contracción del 0,6% en 2012 y un estancamiento en 2013 representan una mejora significativa con respecto a nuestra última perspectiva para la Eurozona, debido a las recientes medidas políticas de alcance europeo. En la actualidad, esperamos que el núcleo se estabilice mientras la periferia continúa contrayéndose de forma significativa. La demanda interna seguirá siendo un lastre significativo para los resultados económicos, a medida que pasen factura los programas de austeridad, el desapalacamiento de los bancos, el desplome de la confianza tanto de los consumidores como de las empresas y la subida de la tasa de desempleo. Esperamos que Grecia suspenda pagos y salga de la Eurozona a finales de 2013. Es probable que el cortafuegos levantado por los responsables políticos evite nuevas suspensiones de pagos y salidas hasta pasado nuestro periodo de previsión.
Por Megan Greene.
