Esperamos que el gobierno brasileño utilice el crédito del sector público para proteger a la actividad económica frente a los efectos negativos tanto externos como internos, con un incremento a medida que los préstamos privados se estabilicen en el segundo semestre de 2012. No obstante, observamos que esta estrategia presenta el riesgo de volver a fomentar las presiones inflacionistas, ya que el crecimiento sigue estando sostenido por el crédito y el consumo sin que haya esfuerzos simultáneos para relajar las limitaciones de la oferta dentro de la economía. En el cuarto trimestre de 2011, merecen especial atención los posibles malos resultados de la demanda interior de Perú con respecto al crecimiento del PIB: el PIB estará sostenido por un efecto positivo neto de las exportaciones, relacionado con la mayor caída de las importaciones que de las exportaciones.
Por Juan Lorenzo Maldonado.