Los bancos europeos han sufrido un descenso de los beneficios en el cuarto trimestre de 2011, ya que han reducido sus riesgos y se han preparado para seguir unos requisitos normativos más estrictos para el capital, aunque manteniendo la misma cuota del 39% de ingresos por operaciones que tenían en el cuarto trimestre de 2010. Los beneficios de Societe Generale cayeron un 89% interanual en el cuarto trimestre, HSBC registró una subida del 28%, Credit Agricole hizo pública una enorme pérdida neta de 3.070 millones de euros y Royal Bank of Scotland informó que sus pérdidas eran un 78% mayores que las del cuarto trimestre de 2010 debido a la deuda incobrable griega y a la compensación por la venta indebida a los clientes de seguros de protección de pagos. Las estimaciones del consenso para los beneficios de los bancos en 2012 fueron revisadas progresivamente a la baja a lo largo de 2011, y esta tendencia a la baja puede prolongarse en el tiempo, comprimiendo el crecimiento esperado en 2012/11 del 13%, 21% y 10% para los resultados financieros de los bancos estadounidenses, europeos y chinos, respectivamente.
