El aumento de las tensiones entre Irán y la comunidad internacional, así como con sus vecinos, supone un riesgo significativo para el abastecimiento de petróleo debido a la precariedad de los fundamentos económicos, mientras que en nuestra hipótesis de base esta postura amenazante hará que los precios del petróleo sigan siendo elevados en 2012. Han aumentado las probabilidades de que se produzca un shock de la oferta a corto plazo, iniciado por Irán, o una escasez de suministro más prolongada. Si bien seguimos considerando que existen pocas posibilidades de que se produzca un conflicto armado, los efectos sobre los países importadores de petróleo, Oriente Medio y sus principales socios comerciales serían muy graves, tanto que el resultado podría ser una recesión global. En términos generales, esperamos que los países de los mercados emergentes y los activos de estos mercados sean los más afectados, debido a su elevado factor beta y a su susceptibilidad a la aversión al riesgo.
Por Rachel Ziemba, Shelley Goldberg, y los equipos de investigación económica y de estrategia de mercados de RGE.
