Aparentemente, la Comisión Europea votará esta semana una propuesta para suspender los fondos estructurales de la UE a Hungría durante un año a partir del 1 de enero de 2013, reduciendo hasta en 1.700 millones de euros la aportación para proyectos de investigación y desarrollo en el país. El pasado mes, Bruselas criticó la incapacidad del gobierno para realizar un progreso suficiente y sostenible para reducir su déficit por debajo del 3,0% del PIB, despejando el camino para una congelación de la financiación. Este movimiento provocará el aumento la presión sobre el primer ministro húngaro, Viktor Orban, a fin de que cambie su controvertida política y reanude las conversaciones sobre el programa de préstamo de la UE y el FMI. El gobierno tendrá difícil alcanzar su objetivo de déficit presupuestario del 2,5% del PIB en 2012, debido al importante déficit de ingresos resultante de la desaceleración de la actividad económica y los posibles costes originados por la quiebra de la aerolínea estatal Malev.