Durante el tercer y el cuarto trimestre continuaron apareciendo evidencias del deterioro de la dinámica comercial en Latinoamérica (tras un próspero periodo 2010-11), en consonancia con nuestras expectativas de que las cuentas externas se convertirían en un lastre para el crecimiento con los primeros síntomas de debilitamiento del crecimiento global. El deterioro de la dinámica comercial podría tener efectos indirectos sobre la inversión a medio plazo. El crecimiento, y no la inflación, fue la principal preocupación que motivó el recorte de la tasa SELIC en enero, según las actas de la reunión del banco central de Brasil (BCB). La inflación estructural no debería tomarse a la ligera, y una estrategia imprudente podría resultar costosa.
Por Juan Lorenzo Maldonado.