La economía estadounidense creció con una tasa anual desestacionalizada del 2,8% en el cuarto trimestre, según una estimación anticipada de la Oficina de Análisis Económico. Después de un crecimiento del 1,8% en el tercer trimestre y del 1,3% en el segundo trimestre, la expansión vino provocada por los inventarios, mientras que el consumo de las administraciones públicas y la inversión en estructuras empresariales fueron un lastre para el crecimiento. Estos datos dejan el crecimiento anual estadounidense en 2011 en el 1,7%. Seguimos siendo prudentes en cuanto a las previsiones de crecimiento para el primer semestre de 2012, debido especialmente a los riesgos de transmisión de la tensión financiera de la zona euro y el grave lastre fiscal.