La deuda neta del sector público del Reino Unido, sin incluir las intervenciones financieras, aumentó hasta rebasar el billón de libras esterlinas en diciembre. Con un 64,2% del PIB, se trata de un máximo histórico en un momento en el que aumentan los temores de recesión económica. Sin embargo, la bajada del gasto público y la subida de los ingresos tributarios provocaron una caída de los préstamos soberanos hasta los 13.700 millones de libras esterlinas, lo que representa un descenso de 4.300 millones de libras con respecto a noviembre y de 2.200 millones de libras con respecto a un año antes. Seguimos manteniendo que los planes de austeridad fiscal del Reino Unido serán un lastre significativo para el crecimiento, y consideramos que las medidas destinadas a frenar el gasto a largo plazo son un objetivo más clarividente.