El crecimiento de la producción industrial de Rusia sufrió una desaceleración, pasando del 3,9% interanual en noviembre al 2,5% en diciembre, su tasa más baja desde 2009, lo que indica una mayor debilidad del sector manufacturero. El PMI ruso cayó de 52,6 en noviembre a 51,6, debido a que el crecimiento de nuevos pedidos se desaceleró ante la poca demanda exterior, en contraste con los relativamente sólidos resultados del PMI en el cuarto trimestre, cuando sobrepasó el promedio anual. Esta débil expansión coincide con la opinión de RGE de que el crecimiento ruso se desacelerará en 2012, a pesar del generalizado estímulo fiscal.