Las tensiones políticas en muchos países exportadores de petróleo están provocando problemas de abastecimiento y amenazan con incrementar los costes de producción, lo que implica riesgos al alza para los mercados de petróleo a corto, medio y largo plazo, que compensan parcialmente la desaceleración de la demanda y la aversión al riesgo. En ausencia de un impacto claro sobre el abastecimiento, los mercados deberían seguir regidos por los asuntos macroeconómicos, especialmente el crecimiento global y los riesgos financieros de la Eurozona que limitan las subidas. Un impacto que eliminase del mercado una significativa cantidad de suministro sería muy costoso para el crecimiento global.
Por Rachel Ziemba.