Rompiendo con un antiguo tabú, el pasado mes de noviembre el partido gobernante en Alemania (CDU) adoptó como objetivo estratégico la instauración de una cláusula de salida voluntaria de la UEM que no exigiría la pérdida de la condición de miembro de la UE. RGE coincide en la necesidad de establecer un proceso ordenado de salida. En opinión de RGE, un marco institucional estable para la moneda común necesita (además de unas sólidas finanzas públicas) al menos algún mecanismo de absorción de impactos anticíclico y asimétrico o un mecanismo de financiación común como los eurobonos, así como un prestamista de última instancia para la deuda soberana. La línea del partido alemán sigue siendo contraria a ambas opciones.
Por Elisa Parisi-Capone.