El miembro saliente del consejo de gobierno del BCE Lorenzo Bini Smaghi se ha manifestado a favor de una flexibilización cuantitativa (QE) "si las condiciones económicas la justifican, en particular en los países que se enfrentan a una trampa de liquidez que puede dar lugar a una deflación". Los comentarios de Smaghi han puesto en tela de juicio la insistencia del presidente del BCE Mario Draghi en que una QE a gran escala quedaba totalmente descartada debido a su incompatibilidad con la cláusula de no-rescate del Tratado de Lisboa. Mientras tanto, la operación de refinanciación a largo plazo a 3 años del BCE del 22 de diciembre atrajo ofertas por valor de 489.000 millones de euros, y algunos responsables políticos han manifestado la posibilidad de que los bancos apoyen indirectamente a los mercados de bonos soberanos mediante el uso de la financiación barata del BCE para comprar deuda soberana.
