El ministro de finanzas francés, Francois Baroin, ha desatado las expectativas de una inminente rebaja de la calificación crediticia tras iniciar en lo que parecía ser un control de daños el 16 de diciembre, acentuando el relativamente débil impacto que tendría una rebaja de la calificación crediticia sobre los costes de financiación de Francia. S&P puso en revisión la calificación de Francia, junto con la de otras 14 economías de la Eurozona, a comienzos de diciembre. A pesar de los esfuerzos de endurecimiento de Francia, RGE ha mantenido que este país perderá su calificación soberana triple A en 2012, o antes, debido a la debilidad de los fundamentos económicos que soportan la dinámica de la deuda francesa y al aumento de los pasivos contingentes a causa del incremento de las garantías soberanas para el fondo de rescate de la Eurozona y la exposición al frágil sector bancario del país.
