La economía italiana está atravesando una doble recesión, que esperamos que se prolongue durante 2012 y 2013 a la vista del empeoramiento del clima económico a nivel mundial y la pendiente introducción de nuevas rondas de austeridad fiscal concentrada a comienzos del periodo. A pesar del nuevo gobierno tecnócrata, la inestabilidad política continuará siendo prominente a corto y medio plazo dadas las profundas divisiones entre los agentes políticos nacionales. La sensibilidad de la dinámica de la deuda italiana ante la intensificación de la recesión y los elevados costes de endeudamiento provocarán un fuerte aumento de la deuda pública a lo largo del horizonte de previsión, lo que probablemente obligará al gobierno italiano a reestructurar su deuda soberana a finales de 2013.
Por Mark Willis.
