El impacto negativo de la crisis de la eurozona sobre la confianza empresarial y de los consumidores continuará socavando la frágil demanda interna francesa, a lo que se debe sumar la presión del desapalancamiento y la reducción de gastos del gobierno. Esperamos que la actividad económica se contraiga en cifras anuales durante todo 2012 y 2013. El empeoramiento de la perspectiva económica causará daños colaterales a la calificación triple A del país y al progreso para alcanzar los objetivos de déficit. La doble recesión y la subida del desempleo harán que el presidente Nicolas Sarkozy tenga dificultades para ser reelegido en abril/mayo de 2012, a pesar de su prudente postura fiscal.
Por Mark Willis
