Esperamos que, en su reunión del 8 de diciembre, el BCE recorte los tipos 25 o tal vez 50 puntos básicos, aunque la posible potenciación de las medidas excepcionales favorece la primera opción. El BCE debería ampliar su gama de medidas excepcionales para incluir operaciones de refinanciación a más largo plazo con vencimientos de hasta tres años, a la vista de la ampliación del programa de garantía de responsabilidad bancaria acordado el 26 de octubre. También esperamos una relajación de los requisitos para la calificación triple A de los valores respaldados por activos o una ampliación de los límites para las obligaciones bancarias no garantizadas con respecto a las reglas de garantía adecuadas para las operaciones de mercado abierto del BCE. Entre los temas a tratar en la cumbre de la UE del 9 de diciembre no se incluirá ningún movimiento que permitan al BCE actuar como prestamista de última instancia, y por lo tanto se limitará su función como impulsor de una reacción.
Por Elisa Parisi-Capone