El reto más inmediato para la economía proviene de la escalada de la crisis de la deuda de la Eurozona, debido a los fuertes vínculos económicos y financieros que el Reino Unido mantiene con sus vecinos. La consolidación fiscal en curso, el endurecimiento de las condiciones crediticias y el debilitamiento de la confianza de los consumidores limitarán la demanda interior. La contracción económica en la Eurozona, el mediocre crecimiento en EEUU y la desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes afectarán negativamente a la demanda externa. Con un crecimiento insatisfactorio, el gobierno se verá obligado a anunciar nuevas medidas de austeridad ya durante el próximo año, con el fin alcanzar sus objetivos fiscales, o a incumplir el mandato fiscal.
Por Parul Walia.
