Olvidémonos de la deuda italiana y del lastre fiscal en EEUU, la cuestión más importante para la economía global en 2012 es si China revertirá la trayectoria de austeridad de su mercado inmobiliario. En cuanto a la política monetaria, a corto plazo prevemos una cierta relajación adicional de las limitaciones cuantitativas a la oferta monetaria, con el fin de compensar los efectos de las salidas de capital especulativo. Sin embargo, aunque el crecimiento se desacelerará bruscamente en el primer semestre de 2012, no creemos que haya margen para recortes de los tipos de interés hasta mediados de año. Esperamos que el paquete de estímulos de 2012 sea mucho menor que el de 2009, y que no sea suficiente para compensar el impacto del debilitamiento del crecimiento de las exportaciones y la pronunciada desaceleración del sector inmobiliario.
Por Adam Wolfe.
