La nueva Asamblea Constituyente de Túnez, elegida en las elecciones del 23 de octubre, en las que el partido islamista moderado Nahda es el corredor en cabeza, afrontará la tarea de impulsar el proceso de transición mediante la redacción de una nueva constitución y la restauración del crecimiento económico. La revolución ha afectado a la mayoría de los componentes de la demanda agregada, y el rendimiento económico se ha estancado. Las perspectivas de crecimiento a corto plazo se mantienen oscuras en Túnez: RGE espera un crecimiento de menos del 1% en 2011 y un rebote al 4% en 2012.
