Las actas de la junta del 6 de octubre del Banco de Inglaterra demuestran que el comité de política monetaria votó unánimemente a favor de la compra de más bonos del gobierno por 75.000 de libras en noviembre. Las actas señalan que mientras que el comité espera que la adquisición de activos debería tener un "impacto económicamente significativo... el tamaño del programa de compra de activos podría ajustarse si hubiera pruebas de que sus efectos marginales son distintos de lo que la experiencia del pasado nos sugería". La decisión de lanzar la segunda ronda de flexibilización cuantitativa antes del informe de inflación de noviembre indica que el Banco está considerablemente preocupado por las perspectivas de crecimiento de Reino Unido y está dispuesto a apoyar el crecimiento económico -y en especial la demanda nacional-.