El desempleo de Reino Unido se elevó en 114.000 en los tres meses transcurridos desde junio a agosto hasta llegar al 8,1% del total de la población activa, lo que supone el nivel más alto en 17 años. Tras una brusca caída del rendimiento por trabajador tras el declive, una mayor caída en productividad laboral ha tenido como resultado unos altos costes laborales unitarios. A corto plazo, esperamos una caída en el empleo del sector privado por los efectos de repercusión del sector público al privado, el crecimiento nacional es demasiado bajo como para absorber la falta de actividad, y un menor impacto sobre el crecimiento del trabajo por las exportaciones netas que por las subidas de impuestos y los recortes del gasto.