La mejora del índice de septiembre de la Federación Nacional de Negocios Independientes sobre el optimismo de la pequeña empresa hasta el 88,9 rompe una racha de un semestre de declive, pero todavía no lo consideramos un indicador de alza. La ganancia se ha visto impulsada por la mejora de las ventas y las expectativas de las condiciones comerciales tras un grave deterioro en agosto. Y lo que es más importante, los principales indicadores de contratación de la pequeña empresa se mantuvieron deprimidos, los cambios efectivos de empleo se revelaron más negativos netos, y el número neto de empresas con planes de aumento del empleo llegó al 1% por debajo del 4% de septiembre. Las malas ventas sigue siendo el mayor problema unitario para las pequeñas empresas.