Gracias a una sólida cosecha, la inflación de precios del consumo rusos se redujo hasta el 7,2% interanual en septiembre, con una caída en los precios de los alimentos del 0,6% intermensual y 0,1% intermensual para los servicios. Tras la aceleración de enero de 2011, la inflación rusa se ha estabilizado pero continúa situada por encima de la franja del objetivo del banco central del 6-7% interanual. Para 2012 prevemos una inflación media del 7,1%, aunque el volumen de los incrementos anuales de las tarifas estatales, que se retrasarán hasta después de las elecciones presidenciales de marzo, cumplirán un papel determinante.