El rápido deterioro de las condiciones económicas globales nos ha obligado a revisar nuestras previsiones del crecimiento sueco. La expansión en 2012 parece ahora mucho más débil, de tan sólo el 0,9%. El PMI de manufactura (un indicador importante para Suecia, que predijo las primeras fases de la recuperación con mucha antelación) cayó por debajo de 50 en agosto, marcando el preludio de unos volúmenes descendientes de producción. Creemos que más subidas de tipo son improbables en el horizonte. La menor utilización de los recursos, las expectativas globales reducidas del tipo oficial y el menor pronóstico de la inflación doméstica exigen recortes del tipo pero Riksbank no ha cambiado del todo su tono ligeramente duro.
Mikko Forss