Por ahora, nuestro escenario base para EE.UU. sigue siendo el de una recesión ligera con un trimestre de contracción pura y dura. Sin embargo, ese pronóstico depende mucho de la política y los riesgos se decantan a la baja. Sólo una combinación de políticas monetarias, fiscales y de vivienda, junto con la atenuación de la incertidumbre ante la situación en la eurozona, puede restaurar suficiente confianza como para empujar la demanda privada. Una próxima tercera ronda de facilitaciones cuantitativas (QE3) sigue siendo nuestro escenario principal pero el Fed necesita subir más peldaños de la escalera inconvencional. Mientras, dado el punto muerto político preelectoral, con todas las propuestas de estímulo fiscal del presidente, esperamos como mucho una ampliación de las prestaciones de desempleo y recortes fiscales del salario para empleados y empresas, en gran parte continuación del actual estímulo político que ya presuponíamos originalmente.
Prajakta Bhide y Christian Menegatti