Aunque RGE espera que la actividad económica se remonte en la segunda mitad, el débil crecimiento en EE.UU. y global, y la crisis persistente de la deuda soberana en Europa afectarán negativamente al ritmo del crecimiento en Canadá, reforzando el debilitamiento de la demanda interna. Como resultado, anticipamos un crecimiento anual del 2,1% interanual en 2011, frente a nuestra previsión anterior del 2,4%. La moderación continuará en 2012, reforzada por las restricciones fiscales, un consumo deprimido y un sector externo débil, con el crecimiento situado en una media del 1,8% (frente a nuestra previsión anterior del 2,2%), ligeramente por debajo del potencial de Canadá a largo plazo.
