El crecimiento económico en toda la Europa emergente está abocado a empeorar, puesto que la proximidad con la eurozona a través de los canales comerciales y financieros implica que la Europa emergente notará los efectos del débil crecimiento en Europa occidental. A raíz de ello, hemos reducido nuestro pronóstico marginalmente para 2011 al 4,6%, y más considerablemente para 2012 al 3,3%, frente a nuestra actualización anterior del pronóstico. Anticipamos que todas las grandes economías de la región sufrirán una recaída brusca en 2012 respecto a 2011. Turquía (-4,3 puntos porcentuales) y Polonia (-1,2 puntos porcentuales) experimentarán las caídas más pronunciadas.
Rachel Ziemba, Jelena Vukotic y David Rogovic.