En su viaje al Norte de África, el Primer Ministro turco, Tayyip Erdogan, expresó su deseo de estrechar los lazos políticos y económicos entre Turquía y Egipto, Túnez y Libia. En su calidad de raro ejemplo de un líder islamista elegido (en un Estado laico), Erdogan fue aclamado públicamente en Egipto cuando reclamó ante otros líderes árabes el apoyo al reconocimiento del Estado palestino. El comercio de Turquía con la región MENA apenas sufrió durante la Primavera Árabe y sus intereses creados y contratos que se traducen en unos mayores cambios no presagian un futuro desarrollo de los lazos económicos con la región.
