Una recesión en EEUU y en la UE afectaría gravemente a Taiwán debido a su apertura comercial y su superávit de la balanza por cuenta corriente, y aunque los pedidos de exportación han conseguido aguantar hasta ahora, especialmente los destinados a EEUU. (un crecimiento del 16,4% interanual en julio), cabe esperar un brusco descenso en el 4T. Aunque el consumo se mantendrá perfectamente durante unos cuantos trimestres, la inversión y la producción industrial deberán navegar por aguas turbulentas. Gracias a su inflación baja y contenida, no habrá prácticamente necesidad de una mayor restricción monetaria hasta, como muy pronto, el segundo semestre de 2012.
Por Adam Wolfe