Lo que debía ser un atraso temporal de las exportaciones filipinas tras el terremoto de Japón en marzo de 2011 se verá ampliado por el crecimiento fulminante de la demanda en otras economías avanzadas y poco respiro en el declive de formación de capital hasta 2012, cuando empiece el programa de colaboraciones públicas/privadas del gobierno. Hemos reducido nuestra previsión del crecimiento del PIB anterior al 4,9% en 2011 y 4,2% en 2012 tras la deceleración del crecimiento en el segundo trimestre. Con la inflación como problema pertinaz pero ya no inmediato, creemos que el Bangko Sentral ng Pilipinas se abstendrá de futuras subidas de los tipos este año y en 2012 para concentrarse en controles cautelares y regulación.
Por Mikka Pineda