El índice de servicios de Reino Unido cayó al 51,1 en agosto, siendo la mayor caída en más de una década y la lectura más floja desde diciembre de 2010, por la debilidad de los nuevos negocios y la incertidumbre económica general, según Markit. Los trastornos de agosto también tuvieron un efecto adverso sobre la actividad de servicios en algunas áreas del país. La caída en el índice de fabricación hasta el 49,0 desde un 49,4 de julio es reflejo de la fragilidad de la economía de Reino Unido, que prácticamente no ha crecido desde el 3T de 2010.