Gracias a los efectos base favorables, una mejor cosecha estival y la brusca deceleración del dinero base, la inflación se flexibilizará en la segunda mitad del ejercicio, respaldando la cautelosa postura del banco central de Rusia. Esta moderación en la inflación y la debilidad de las perspectivas de crecimiento ha hecho que el ciclo de subidas del banco llegue a su fin. Aunque la inflación general tiene una tendencia inferior a nuestra previsión, la inflación básica sigue al alza. Un incremento del gasto fiscal, incluidas las subidas de pensiones previas a las elecciones y las transferencias del consumo, podrían sumar presiones inflacionarias en 2012, al igual que una inversión de los recientes flujos de salida de capital.