El deterioro de los estudios de fabricación regional de agosto no se vio seguido por una lectura inferior a 50 del índice ISM, tal y como se esperaba. Con todo, el índice quedó más bajo, apenas en el territorio positivo, los nuevos pedidos y las acumulaciones de pedidos siguieron contrayéndose y los pedidos de exportación se ralentizaron. Y lo que es más importante, el crecimiento del empleo se ralentizó más, cerca del territorio neutral. Desde junio, el índice ISM ha mostrado señales de alarma de una desaceleración económica generalizada, y en agosto sólo 10 de los 18 sectores mostraron expansión. La persistente debilidad del sector de la fabricación concuerda con nuestra opinión de un gran riesgo de recesión en Estados Unidos.